Central térmica situada en la calle Méjico número 45 en el polígono de El Balconcillo de la capital.
La Red tendrá dos ramales, uno por la calle Layna Serrano y otro por la avenida del Ejército hacia la Escuela de Magisterio y el Palacio del Infantado. A partir de estos puntos, el resto de conexiones se irán sucediendo en función de la demanda.
Todo ello se mantendrá con una planta para el almacenamiento de astillado que se construirá en Garbajosa, una pedanía de Alcolea del Pinar, a la que llegará la biomasa que se obtenga de los montes de la provincia.
La Red de Calor en Guadalajara se compone de 28 MW de potencia, cuatro calderas de 7 MW cada una, que darán calor para el servicio de calefacción y agua caliente sanitaria a través de energía térmica de biomasa a los vecinos además de edificios públicos y no residenciales.
El consumo previsto del conjunto de la red es de 100.000.000 kWh anuales y 25.000 toneladas de astilla al año.
Guadalajara reducirá sus emisiones de CO2 a la atmósfera en 15.000 toneladas anuales y, además, el mantenimiento y suministro de la infraestructura supondrá la creación de 60 empleos directos e indirectos.
Dará servicio de energía térmica para agua caliente y calefacción a 6.000 viviendas, además de edificios públicos y no residenciales.
Entre 18 y 20 millones de euros de proyecto consolidado.
Centro de control 24 horas para atención de alarmas o emergencias. Único sistema de avisos con asistencia permanente.
Conecta a todos sus clientes a través de fibra óptica. Optimización del funcionamiento de la Red, detección precoz de averías.
Depósito de inercia de 5.000 m3 que, junto con un doble sistema de rebombeo, consiguen llevar el calor a todos los puntos de la Red.
Reducción media mínima del 10 por ciento en la factura de la Comunidad de Propietarios en calefacción y ACS.